El sistema de pensiones de España permite retirarse anticipadamente de manera voluntaria hasta dos años antes de la edad legal normal de jubilación, que este año es de 66 años y ocho meses para quienes han trabajado menos de 38 años y tres meses. Para aquellos que tienen más, la edad de jubilación se baja a 65 años.
Así, la edad para jubilarse de manera anticipada y voluntaria es de 64 años y ocho meses para el primer caso, y de 63 años para el segundo. Sin embargo, este adelanto en la jubilación trae consigo una ‘penalización’ en la pensión. Esto se debe a los coeficientes reductores, que se calculan según los meses que se adelanta el final de la vida laboral y los años trabajados.
No es igual adelantar la jubilación dos años si se tienen menos de 38 años y seis meses de trabajo cotizado (que significa una reducción del 21%), que si se tienen más de 44 años y seis meses (que significa una reducción del 13%). Sin embargo, como pasa en todas las situaciones, siempre hay casos únicos. Las personas que empezaron a trabajar muy jóvenes, por diferentes razones en la vida, están teniendo problemas con sus pensiones cuando se jubilan.
Es el caso de Pilar Castillo, una mujer que se jubiló antes de tiempo tras haber trabajado y aportado durante más de 43 años. La asociación ASJUBI40 defiende su causa, al igual que hace con muchas otras. “Soy Pilar Castillo, me retiré anticipadamente de forma voluntaria después de haber trabajado más de 43 años y tengo una penalización permanente del 14%”, explica en un video compartido en las redes de la asociación.
Llegar a la edad adulta sin pasar por la adolescencia
Tanto ella como toda su generación tenían que empezar a trabajar antes de lo esperado. “Dejamos atrás la infancia y comenzamos la adultez.” “Empezamos a cotizar a los 14, 15 y 16 años”, explica. Eso, en un tiempo en el que, además de ser aceptado por la sociedad, también era legal.
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